jueves, 7 de abril de 2011

"Yo tenía una luz que a mí me alumbraba"

En los años setenta se escuchaba en las "radios populares" del país una canción cuya letra decía: "Yo tenía una luz, que a mi me alumbraba, y llegaba la brisa y zuaz, me la apagaba". Ese tema musical, cuyo autor escapa de mi memoria, podría volver a ponerse de moda en Venezuela, y no precisamente por que la canción valga la pena; si no por la enorme crisis eléctrica que estamos comenzando nuevamente a padecer.
 
Lo que realmente enfurece de todo este problema, no es el cúmulo de mentiras o engaños por parte del Gobierno Nacional, que al principio achacó el problema a fenómenos atmosféricos, reptiles, y saboteos; es que a esta alturas de la situación, todavía quieran engañar al país, afirmando que el problema del suministro eléctrico está resuelto, y que lo que tenemos que hacer los venezolanos es colaborar, con un problema, que como dice uno de los eslogan más conocidos de esta mamotrética gestión gubernamental, "es de todos".
 
Ministros, diputados y funcionarios del gobierno consideran que , "las interrupciones del servicio eléctrico en algunos sectores del país se deben a un plan de mantenimiento que ha sido anunciado por diferentes medios de comunicación y no a una crisis en el sector". Por supuesto, el "viejo truco" de culpar a la IV República es su tabla de salvación.
 
Los apagones se han intensificado. En la página web colombiana, "lanota.com", se señala que El gobierno de Hugo Chávez no ha resuelto un problema "que ha sido de su propia hechura". Lo primero que hay que decir es que el gobierno venezolano cortó toda información sobre la evolución del sistema eléctrico. Ni la Oficina de Operaciones  de Sistema Interconectado (OPSIS), ni ninguna otra entidad pública, volvió a proporcionar información detallada. Se afirma en dicha página, que todos los países de la región tienen un transparente sistema público de información sobre sus sectores eléctricos, "pero no así Venezuela, donde el gobierno se ha acostumbrado a manipular y mentir descaradamente sobre este y otros temas de interés de la ciudadanía".

Lo grave y que además, indigna a todos los que en este país vivimos, es que continúan los apagones en distintas regiones del país. Son frecuentes las fallas en el suministro de energía a servicios esenciales. El componente térmico de generación sigue en las mismas de hace dos años. La mayor parte de las unidades de las Planta Centro y Planta Tacoa se mantienen fuera de servicio. La planta de Termozulia depende crucialmente del gas que se recibe de Colombia, dado que en Venezuela la producción de este insumo va de capa caída (no obstante ser el país del Continente con las mayores reservas).

A la falta de confiabilidad del componente de generación térmica se agrega el de los sistemas de transmisión y distribución, afectados por años de falta de inversión y mantenimiento. Y a todo lo anterior se añade el desgreño administrativo y financiero de unas empresas politizadas al máximo.

Las prometidas adiciones a la capacidad de generación térmica no se han dado. Así las cosas, el déficit de generación es el mismo de hace dos años, o sea cercano a 4.000 MW, de los cuales alrededor de 1.000 MW se han subsanado con una parálisis productiva en el complejo siderúrgico de la Guayana. No hay margen de maniobra alguna, de tal manera que imprevistos como la reciente voladura en Colombia por parte de las FARC (quienes por cierto gozan del aprecio y la consideración de Hugo Chávez y sus adláteres), del Gasoducto Transguajiro producen toda clase de trastornos en el funcionamiento del sistema interconectado.

El gobierno le hizo creer a muchos incrédulos venezolanos que la crisis del sector eléctrico se originaba en la sequía que produjo el fenómeno climatológico de El Niño. También se culpó a reptiles, y otros fenómenos. Hubo fiesta entre Chávez y sus seguidores cuando se terminó ese fenómeno, y empezó a llover y a llenarse la represa de Guri, de la cual depende más del 63% de la generación eléctrica del país. Ahora el Guri está siendo explotado a su mayor potencial, pero la crisis del sector, que es resultado de la sumatoria de muchos elementos críticos, no da tregua, ni se prevé su aminoramiento de aquí a las elecciones presidenciales de 2012.
 
Lo que nos viene a todos los venezolanos que disfrutamos del servicio eléctrico es grave. Los apagones no podrán ser controlados, así que preparémonos para vivir horas oscuras; horas de trabajo perdidas. han pasado 12 años de desinversión, de antiparabolismo, de desdén, y eso lo vamos a pagar todos, y no precismanente cuando vayamos a las oficinas de Corpoelec a cancelar el recibo

No hay comentarios:

Publicar un comentario